«No Hay Mal Que Por Bien No Venga»… Está en La Biblia

¿Qué reacción tendrías si a tu vida llega, inesperadamente, una situación adversa…amarga…triste…dolorosa…dura de digerir?

La verdad es que ningún ser humano se librará de las complejas tempestades de la vida…ninguno…creyente o no…ninguno.

José, hijo de Jacob (Israel) vivió una de las más amargas experiencias: perdió a su papá , a su mamá y a sus hermanos en una sola tarde. Solamente que de ninguna de las «tradicionales» formas en que la vida nos juega las malas pasadas. Fue golpeado y vendido por sus hermanos a extranjeros que se lo llevaron a otro país…a Egipto. Nunca volvió a ver a su familia de nuevo en muchísimos años.

Con el tiempo, a causa del hambre en toda la tierra, ellos lo visitan…necesitan de él, de lo contrario van a morir…sin reconocerle como a aquel al que habían traicionado.

Mira lo que José les dice a ellos al revelarseles:

«Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación.» 

Wow…qué humildad…qué ausencia de rencores……qué corazón más perdonador…qué conciencia de que el reino es más importante que lo malo que te pueda ocurrir.

Cuando algo «malo» venga a nuestras vidas, nunca olvidemos que dentro de los misteriosos movimientos que Aquel que está sentado en su trono, gobernando el universo y todo lo que en él hay, permite que ocurran, él sigue en pleno control de TODO, y sospecho que aún la peor de las tragedias, forma parte de un complejo engranaje, que mueve el reino y su justicia. Aún cuando parezca que «otros» nos han provocado la adversidad.

Termina, José añadiendo, precisamente eso: «Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.» 

¡Ten un gran día, hoy!

n.r.