Pues la historia de Juan 9 no termina allí…el hombre recobra su vista.
¿Te puedes imaginar no ver más que oscuro…tinieblas…toda tu vida, desde tierno, y en unos minutos, comenzar a ver la luz?…
Imagínate tú en ese cuerpo: ahora ves las cosas y no sabes que son, sino hasta que las palpas, pues toda tu vida esa ha sido la manera de saber qué es qué.. ¿no es cierto?…como bien dice mi amigo y hermano Mynor Izquierdo, «ahora ves una taza y no sabes que es, sino hasta que la agarras y palpas su forma.»
Piénsalo…tu retina siente el golpe de la luz del sol, ahora…¡wow!… Ves los colores y no sabes cuál es cuál…solo te deleitas en verlos…poco a poco sabrás que el verde es «así» y que el rojo es «asá».
Los que conocían al ciego se decían unos a otros: «¿No es éste el que se sentaba y mendigaba? . Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy. «… Por cierto…ahora le pueden dar un empleo fácilmente…¿no crees?. Adios al mendigar. Y es que cuando Cristo llega a tu vida, lo hace para darte toda clase de bendiciones… ¿no crees?
Ahora nota la forma progresiva en la que Jesucristo pasa de ser un simple hombre en su mente, a ser el Señor en su corazón.
1) Primero es «un hombre», para él.. Observa los versos 10 y 11:
«Y le dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?. Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Vé al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista. «
2) Luego, sube de categoría en el corazón del ex-ciego, al estar ante los Fariseos que prontamente lo cuestionan. Ahora le es «un profeta», el verso 17 es claro:
«Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.»
3) Finalmente, dentro del corazón del ex-ciego, Jesús llega a ser quien debió haber sido en toda nuestra vida: el Señor… El Jefe…Dios. Digno de ser adorado.
los líderes religiosos de Israel le expulsan de la sinagoga. Jesús lo encuentra, en versos 35 al 37, y le pregunta:
«Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?. Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él? . Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.
En el embotado razonamiento de los sabios de este mundo, Jesucristo es «solamente un hombre, erroneamente elevado a la categoría de DIos». Mientras que toda la Escritura, de principio a fin, describe la impresionante historia de cómo Dios, se rebajó a la categoría de hombre para darnos salvación y vida eterna. Si tú no crees que Jesucristo es Dios tienes un serio problema con muchos versos…Romanos 9:5 es solamente uno de ellos:
«…Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos.»
Continúo mañana, pues la Biblia, tiene aún mucho que enseñarnos.
¡Ten un gran día, hoy!
n.r.
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