«Le Apedrearás Hasta que Muera…


…por cuanto procuró apartarte de Jehová tu Dios…»

¡Wow…Qué drástico!

Lo leí recientemente en Deuteronomio 13:10. Para ser más exacto, el trozo que contiene este impresionante frase va del verso 6 al 10 del mismo capítulo…Dice así:

«Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis, de los dioses de los pueblos que están en vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella; no consentirás con él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás misericordia, ni lo encubrirás, sino que lo matarás; tu mano se alzará primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo. Le apedrearás hasta que muera, por cuanto procuró apartarte de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre»

Me hizo pensar en cuánto consentimos las cosas que nos partan de Dios. No volvemos cómplices de nuestros propios hábitos pecaminosos que nos apartan de nuestra sana comunión con Dios…cuando lo que deberíamos hacer es «apedrearlas hasta que mueran…por cuanto procuran apartarnos de Jehová nuestro Dios»

Esta noche no escribo mucho. Solamente aprovecho para hacerte la pregunta que este texto me hizo hacerme a mi mismo: ¿Estás dispuesto a apedrear tales hábitos pecaminosos hasta matarles, por cuanto lo único que tratan es de apartarte de Jehová tu Dios? 

Allí te dejo la inquietud que a mi me ha dejado.

¡Ten un gran día, hoy!

n.r.

Deja un comentario